¿Cómo esperamos estar bien con los demás si antes no hemos encontrado la forma de estar bien con nosotr@s mism@s?

Cada relación interpersonal en las distintas áreas de la vida (pareja, hijos, familia de origen, profesional y social) es una enseñanza en la que, si se es consciente, “el otro” muestra partes no visibles, no comprendidas y/o no resueltas en un@ mism@.

Es mágico conocer esta herramienta para vivir las relaciones desde un nuevo lugar y redirigir los acontecimientos que suceden tomándolos cómo oportunidades de aprendizaje para mejorar y crecer.

Esto no implica que haya que mantener las relaciones que no tiene sentido que continúen, simplemente desde la comprensión, considerar y respetar “al otro” aceptando con honestidad la parte de responsabilidad que le corresponde a uno mism@ sin culparle de todo. 

El estado de la vida es un reflejo del estado de la mente.

En las relaciones interpersonales, los distintos escenarios de la vida son proyecciones mentales y por ley de correspondencia, como es adentro es afuera, se muestran las cuestiones internas a comprender, sanar y resolver que tiene cada persona.

La naturaleza del desencuentro y conflicto interpersonal es una oportunidad de aprendizaje para crecer a nivel personal y mejorar en el desarrollo humano.