Vanessa Llopis Montava

¿Sientes que has dejado de ser tú mismo@ en tu relación de pareja?

Observa si te identificas con esto: durante un tiempo te has entregado y volcado a tu pareja, de alguna manera te has olvidado de ti, y ahora tienes la sensación de que estás en “punto muerto”, parado o parada sin poder avanzar y sin encontrarle mucho sentido a vuestra relación. Y sufres una lucha interna porque dudas y te preguntas si es momento de concluir esta historia junto a tu compañero o compañera de vida o, por el contrario, si merece la pena seguir intentándolo con la convicción de que va a ser casi imposible tal y como es el tipo de relación que tenéis ahora si no cambia algo, sobre todo por la falta de entendimiento entre vosotr@s.

Como introducción te aporto que hay una tendencia inconsciente y automática generalizada en las personas que apunta con mucha fuerza a no elegir y decidir por y para un@ mism@, y en su lugar a hacer las cosas en beneficio de los demás, familia, amigos, compañeros, aunque muchas veces ello suponga un perjuicio propio.

¿Por qué pasa esto? Porque ser un@ mis@, todavía no está muy bien considerado en esta sociedad, por el contexto cultural y moral que se ha ido desarrollando con el paso del tiempo, en el que priorizarse, ponerse en primer lugar y velar por el propio bienestar, tiene cierta connotación de egoísmo o incluso narcicismo, y se rechaza como fruto de un impulso automático. Aunque en verdad, de lo que se trata es de tomar el lugar natural que le corresponde a un@ mism@, que es colocarse en el centro de su propia realidad, de su vida. Y desde ese centro equilibrado ayudar, haciendo por y para otros.

Aquí entran en juego frases sociales y familiares, heredadas y muy interiorizadas, que se dicen las personas a sí mismas y que se han convertido en creencias inconscientes como son: Me sabe mal, que van a opinar o pensar de mí si tomo esta decisión, prefiero callar o no hacer algo para que no me juzguen, no me siento capaz de o no me atrevo a decir no, antes la felicidad de otros que la mía, ¿Te suena todo esto?

Pues tranquil@ porque esto existe desde el principio de los tiempos y es una de tantas causas que generan estados de estrés y ansiedad en la gente, por hacer cosas en favor de otros, aunque realmente no se quiera o no se pueda, ya que no se tiene la fortaleza suficiente para decir que no o como indicaba antes, para ocuparse del bienestar propio o centrarse en un@ mism@.

Esto ocurre en todos los tipos de relaciones interpersonales o humanas, y con mucha incidencia se da en la relación de pareja.

¿Qué te ocurre cuando empiezas a dejar de ser tú y de hacer lo que deseas realmente para ser “aceptad@” o “validad@” por tu pareja?

Y que aparentemente todo vaya más o menos bien:

Dejas de poner tu foco de atención en ti, de cuidarte y dedicarte el tiempo que te mereces, y tu atención y tu energía se dispersan por ahí.

Reprimes lo que piensas y lo que sientes, y no lo dices o no lo haces para no entrar en conflicto.

Pierdes las riendas de tu vida para adaptarte a él o ella, y te sientes atrapad@ en una relación que realmente no te gusta del todo.

Dejas de ser libre porque te pones límites sin darte cuenta, e incluso cadenas que te hacen sentir como esclav@.

Tienes la sensación de estar en caos y no llegas a ver la luz que te permita ir ordenándolo todo.

Como efecto de todo esto te invaden la incomodidad y la desilusión, y hasta te enfadas contigo y te culpas por haber llegado a este punto, perdiendo toda esperanza de que algo pueda cambiar para mejorar esta situación.

La palabra clave que resume todos estos estados que estás atravesando es agotamiento, porque dejas de hacer lo que te ilusiona y deseas para no generar conflictos, y porque no sabes cómo o no te atreves a encontrar el equilibrio entre tener tu propio espacio y atender tus responsabilidades de pareja.

Transformar el sufrimiento en bienestar

Ante lo que estás viviendo hay dos acciones fundamentales:

Salir del “punto muerto” en el que te encuentras para avanzar y alcanzar tu bienestar.

Clarificar si es positivo para ti continuar con tu relación de pareja, y de ser así, aplicar cambios para darle una nueva perspectiva.

Con el tiempo sabrás si es posible darle continuidad o no a tu relación de pareja, y tal vez restructurar los pilares para sostenerla desde un nuevo lugar más sano y consciente, con mayor entendimiento y armonía para amb@s.

Permitiendo que suceda lo que tenga que suceder sin resistencia y control, descubrirás qué es lo mejor para l@s dos. Para lograr esto se precisa de paciencia y perseverancia.

Pero antes es esencial volver a ser tú mism@ o simplemente serlo si nunca has sentido que lo seas verdaderamente. Y para esto es vital hacer un cambio en tu escala de prioridades.

A partir de ahora eres tú quien elige y decide libremente tanto tus metas y tus sueños, como tus actividades cotidianas del día a día.

Es importante que sepas que Ser verdaderamente tú, priorizarte, cuidarte y “habitar tu centro de mando” para vivir las experiencias que quieres, pasa por reconectar contigo, conocerte y entenderte en profundidad.

Y esto te va a permitir poner orden interno en ti y en tu vida, valorarte más, aumentar tu autoconfianza y empoderarte, sintiéndote libre y en paz.

Para llegar a esto, no te voy a engañar, hay que hacer todo un “viaje interior” cuya esencia es el autoconocimiento, el cual facilita poner en marcha mecanismos de cambio en un@ mism@ para salir del estado mental lleno de pensamientos intrusivos y saboteadores, y de las emociones de baja frecuencia de vibración o reacciones emocionales no deseadas.

Conseguir transformar en ti aquello que ya no quieres, te ayuda a alcanzar orden mental y equilibrio emocional, y como efecto, a tomar mejores decisiones y a realizar acciones más acertadas dirigidas a ser quien quieres Ser tú verdaderamente.

Sugerencias para dar el primer paso y ser tú mism@

Elige y establece una meta que te gustaría lograr, por ejemplo, una actividad que dejaste de hacer por tu pareja o aún, haciéndote ilusión, nunca llegaste a hacer, y hazlo, aunque tengas limitaciones mentales porque creas que vas a ser juzgad@, te cause temor o pienses que no está bien, si lo sientes, rotundamente hazlo.

Cambia tu dinámica de siempre por otra nueva.

Cada vez que tengas que tomar una decisión junto a tu pareja pregúntate si esa decisión te acerca a o te aleja de tus objetivos.

Si piensas y sientes que te acerca, no lo dudes, la decisión no tiene porqué sacarte de tu equilibrio y producirte malestar porque tú la has elegido. Si te aleja, aprende a decir que no y a negociar, aunque te cueste la vida.

Haz una lista escrita de deseos o placeres, de autocuidado, de disfrute, de atención hacia ti, de estar tú contigo o con otras personas. Seguro que tienes infinidad de actividades que te ilusionan pendientes en la lista de largo plazo que nunca llegas a cumplir, o lo haces muy de vez en cuando.

Todos los días, o al menos tres días a la semana, encuentra un espacio de tiempo para regalarte uno de esos deseos o placeres.

Te recomiendo que lo sostengas durante tres semanas para luego, si te enriquece, lo conviertas en hábitos de tu vida.

Y por último, exprésate verbal y emocionalmente sin reprimir desde el máximo respeto hacia los puntos de vista de tu pareja.

Todos estamos aquí para mejorar como personas, y todos tenemos una historia de vida cargada de información que nos pesa, y queramos o no queramos nos condiciona a la hora de pensar, hablar, sentir y hacer.

Por tanto, ten en cuenta que los puntos de vista de tu pareja son tan válidos como los tuyos en base a toda esa carga del programa de información que tenéis, tanto consciente como inconsciente en mucha mayor medida.

Se trata de ser responsable evaluándote a ti mism@ para entender qué te toca mejorar, en lugar de echar balones fuera responsabilizando a tu pareja siempre, y por supuesto, que exista respeto mutuo.

Confío en que mi mensaje te haya aportado algo que te sirva para ser más consciente entendiendo un poco más lo que estás viviendo, y que te resulte más fácil avanzar hacia una mayor claridad para sentirte cada vez más tú mism@, y que ocurra en tu realidad lo que verdaderamente quieres que ocurra.

Si crees que te puede venir bien mi ayuda y que podría ser la persona idónea para acompañarte en tu transformación personal:

Por un lado, para ser una versión más auténtica y evolucionada de ti mism@ vaciándote de todo aquello a nivel mental y emocional que ya no quieres.
Por otro, para si lo deseas y consideras que existe la posibilidad cuando estés listo o lista, reconstruir tu relación de pareja desde una perspectiva más sana y consciente.

Puedes contactar conmigo a través del teléfono, whatsapp o correo electrónico que figuran en esta página, y te informo de mi método de trabajo basado en un programa de sesiones individuales de acompañamiento con todos los términos y condiciones. De esta forma puedes valorar si te interesa y es realmente lo que necesitas.

Gracias por estar.

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